La libertad de expresión trae como consecuencia, infinidad de voces, infinidad de miradas diferentes y por ende de tendencias ideológicas.
Por lo tanto esta libertad nos dota de una habilidad que pocas veces aprovechamos. Esta habilidad consiste en saber interpretar los mensajes que recibimos y en ser capaces por cuenta propia de mirar la intencionalidad con la que se nos envían esos mensajes.
¿a caso no seria mejor que cada uno pueda decir lo que quiera, pero que eso no tenga que imponerse a tu forma de pensar y de actuar?
Pues la libertad de expresión te enseña a ser despierto a no cerrarte a estar dispuesto a ver todas las posibilidades para convertirte en una persona critica y responsable de si misma. No dejemos que se transforme en un arma de doble filo y que nos manipulen otras voces.
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